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Accidentes por resbalones y caídas en residencias de ancianos: 4 cosas que hay que saber

Señora mayor resbalando y cayendo sobre una superficie mojada con una mueca de dolor justo al lado de una señal de advertencia amarilla en alemán, con espacio para texto en primer plano.

Cuando lleva a su familia a una residencia de ancianos, confía en que su ser querido será atendido y estará siempre seguro. 

Pero, contrariamente a la creencia popular, en las residencias de ancianos se produce un número alarmante de accidentes por resbalones y caídas. Le sorprendería saber que aproximadamente la mitad de los 1,6 millones de residentes en residencias de ancianos de Estados Unidos sufren accidentes por caídas cada año. Un detalle aún más alarmante es que 1 de cada 3 de estas personas sufrirá accidentes por caídas dos o más veces al año. 

Desgraciadamente, accidentes por resbalones y caídas en residencias de ancianos suelen provocar lesiones graves que pueden reducir la calidad de vida de su ser querido. Y lo peor es que, según el Instituto Nacional de Salud, sólo se denuncia el 57% de estos incidentes. Puede que estas cifras no sean una representación exacta, pero demuestran lo comunes que son los accidentes por resbalones y caídas. También vale la pena señalar que cientos de ancianos en centros de enfermería fallecen anualmente por accidentes relacionados con resbalones y caídas.

Para ayudarle a saber más sobre los accidentes por resbalones y caídas en residencias de ancianos de todo el país, siga leyendo a continuación:

1. Factores de riesgo de accidentes por resbalones y caídas en residencias de ancianos

Un accidente de resbalón y caída ocurre cuando una persona tropieza, resbala o tropieza mientras se encuentra en las instalaciones de una residencia de ancianos, a menudo debido a un mantenimiento deficiente o a la negligencia del personal. 

Las causas de estos accidentes son muy variadas y constituyen un importante problema de seguridad en las residencias de ancianos. Además, pueden provocar lesiones graves o incluso la muerte. Los factores de riesgo de estos accidentes incluyen:

  • Edad y discapacidad física: Los residentes de residencias de ancianos suelen ser adultos mayores con limitaciones o deficiencias físicas que pueden hacerlos más susceptibles a las caídas.
  • Medicación: Muchos de los residentes de la residencia están bajo medicación para dolencias que pueden causar mareos, confusión u otros efectos secundarios que aumentan el riesgo de caídas.
  • Deterioro cognitivo: Las personas mayores con demencia u otros trastornos cognitivos pueden tener dificultades para reconocer, registrar y evitar peligros que podrían provocar caídas.
  • Factores ambientales: Los suelos mojados o resbaladizos, la mala iluminación, las superficies irregulares y los pasillos desordenados pueden contribuir a los accidentes por resbalones y caídas en las residencias de ancianos.
  • Personal inadecuado: Si una residencia de ancianos no cuenta con personal suficiente para vigilar y asistir a los residentes, el riesgo de caídas puede aumentar.
  • Falta de calzado adecuado: Hay casos en los que algunos residentes pueden no tener el calzado adecuado. Si la tracción del calzado del residente no es la adecuada, puede aumentar el riesgo de caídas.
  • Equipos mal diseñados o mantenidos: Las sillas de ruedas, los andadores y otros dispositivos de ayuda a la movilidad mal diseñados o mantenidos pueden contribuir a los accidentes por resbalones y caídas.

Lamentablemente, esta lesión personal es demasiado común y puede provocar dolor, sufrimiento y angustia a largo plazo para los afectados. Cuando esto sucede, es posible que desee contratar a un abogado con experiencia que pueda asegurarse de que su ser querido obtenga la justicia que se merece. 

Un equipo de expertos como abogados de residencias de ancianos de Chicago pueden asegurarse de que estas instalaciones sean consideradas responsables de las lesiones de su ser querido. Esto asegurará que la instalación implementa medidas adecuadas de prevención de caídas, así como para reducir el riesgo de que los pacientes se resbalen o caigan.

2. Lesiones comunes derivadas de resbalones y caídas

Los accidentes por resbalones y caídas pueden provocar lesiones graves a los residentes. Los daños comunes que pueden resultar de este tipo de incidentes incluyen:

  • Fracturas: Una caída puede causar fracturas en las caderas, brazos, piernas u otros huesos. Y puesto que un residente en una residencia de ancianos ya es mayor y frágil, estas lesiones pueden ser graves. Esto es particularmente cierto para los residentes de edad avanzada y aquellos con condiciones médicas subyacentes.
  • Lesiones en la cabeza: Si una persona se cae y se golpea la cabeza contra una superficie dura, como el suelo o la pared, puede sufrir lesiones en la cabeza. Estas lesiones pueden adoptar la forma de conmoción cerebral o traumatismo craneoencefálico, que pueden ser graves e incluso mortales.
  • Lesiones de tejidos blandos: Un accidente por resbalón y caída puede provocar lesiones en los tejidos blandos, como esguinces, distensiones o contusiones. Aun así, pueden ser dolorosas y limitar la movilidad del lesionado.
  • Lesiones medulares: Una de las lesiones más graves relacionadas con un accidente de resbalón y caída son las lesiones de la médula espinal. Este tipo de daños puede provocar parálisis u otras discapacidades a largo plazo.
  • Lesiones internas: En ocasiones, una caída puede provocar lesiones internas. Pueden ser lesiones orgánicas o hemorragias internas. Y cuando esto ocurre, puede poner en peligro la vida.

Los incidentes relacionados con resbalones y caídas suelen deberse a irregularidades del suelo, como alfombras sueltas o pasillos resbaladizos causados por una limpieza y un mantenimiento deficientes. En algunas situaciones, la falta de barandillas o pasamanos puede provocar un resbalón o una caída debido a la dificultad para mantener el equilibrio o salvar los escalones. Por lo tanto, debe realizarse un mantenimiento regular en las residencias de ancianos para garantizar la seguridad de los residentes. El personal de la residencia también debe conocer los primeros auxilios básicos para personas mayores en caso de incidentes de este tipo.

3. Qué hacer después de un accidente por resbalón o caída

No importa dónde y cuándo haya ocurrido un accidente. Pero una lesión en un hogar de ancianos puede ser un cambio de vida para la persona lesionada, su familia y el personal. Esto es especialmente cierto dado el estado de un residente de una residencia de ancianos. Para la mayoría de la gente, una reacción común es el shock y la incredulidad. Una residencia de ancianos debe ser un lugar seguro para sus residentes.

Dependiendo de la naturaleza de la lesión, se busca inmediatamente atención médica para garantizar el bienestar del residente y evitar que el daño empeore. Si la lesión fue causada por abuso o negligencia, se abre una investigación que suele desembocar en medidas disciplinarias o cargos penales contra los implicados.

Y las residencias de ancianos revisan sus políticas y procedimientos para determinar si deben introducirse mejoras para crear un entorno más seguro para los residentes. A pesar de estas medidas, pueden producirse lesiones, pero se hace todo lo posible para que no vuelvan a ocurrir.

4. Precauciones de las residencias de ancianos para evitar accidentes por resbalones y caídas

Las residencias de ancianos deben garantizar que las instalaciones de sus residentes sean seguras para reducir el riesgo de caídas y resbalones caídas y resbalones. Para ello es necesario comprobar periódicamente los pasillos y caminos para detectar posibles peligros.

Las alfombras deben estar bien sujetas al suelo. Deben retirarse todos los objetos sueltos, y debe utilizarse una alfombrilla antideslizante en las zonas húmedas o resbaladizas. Debe haber iluminación suficiente en todo el edificio, con iluminación adecuada a lo largo de los caminos y pasarelas. Las zonas poco iluminadas o sin iluminación pueden contribuir a provocar caídas. 

Las residencias de ancianos también deben proporcionar a sus residentes calzado adecuado, como zapatos o calcetines antideslizantes, para ayudar a prevenir las caídas. Además, el personal debe vigilar y supervisar de cerca a los residentes que necesiten ayuda y corran un alto riesgo de sufrir estos accidentes. 

La residencia también debe animar a sus residentes a hacer ejercicio con regularidad. Las actividades físicas y los ejercicios pueden ayudar a mejorar el equilibrio, y la coordinación puede ayudar a prevenir malos resbalones y caídas. Además, cualquier residente con problemas de movilidad debe disponer de ayudas para caminar, como un andador, un bastón u otros dispositivos de apoyo cuando utilice las pasarelas y los caminos. 

Tomando estas precauciones, las residencias de ancianos pueden reducir las posibilidades de que sus residentes sufran un accidente por resbalar o tropezar en el centro.

Conclusión

asistiendo a su paciente mayor que utiliza un andador para apoyarse

Hay muchas cosas que pueden provocar resbalones y caídas en las residencias de ancianos: desde suelos mojados o resbaladizos hasta una iluminación deficiente. Y todo el mundo debe hacer todo lo posible por reducir el riesgo. Las enfermeras y el personal deben estar siempre atentos a cualquier peligro potencial y tomar medidas de inmediato para remediar la situación si es necesario. 

También se debe apoyar activamente a los residentes para que mantengan esos hábitos útiles que evitan resbalones y caídas, como hacer ejercicio con regularidad, llevar calzado adecuado y utilizar dispositivos de ayuda cuando sea necesario. Si se produce un accidente por resbalón o caída, debe documentarlo lo antes posible antes de ponerse en contacto con un abogado experto en residencias de ancianos.